domingo, 20 de julio de 2008

Andrés Fidalgo (1919-2008)


Hoy, 20 de Julio, en el Día Provincial de los DDHH y también del amigo, murió significativamente Andrés Fidalgo, un luchador y un amigo.

Fue un intelectual, un poeta con lenguaje claro, un abogado que defendió de presos políticos. Y, por eso mismo, también fue un exiliado. Más tarde, después del horror de la dictadura, la Universidad Nacional de Jujuy lo nombró Profesor Extraordinario Honorario.

Andrés Francisco Fidalgo fue registrado el 7 de marzo de 1919, en una oficina del Registro Civil de Buenos Aires. Días después, el niño nació. Su padre, la persona que lo había registrado con anticipación, utilizó la siguiente lógica: si existen sanciones para aquellos progenitores que se demoran en inscribir a los hijos, deberían existir recompensas para los que se anticipan; el razonamiento no prosperó. Sí prospera, en cambio, un destino marcado por la escritura.

Después, en plena adolescencia, vivió en Córdoba. Allí, en un pueblo a orillas del Río Segundo, terminó la escuela primaria. Al año siguiente, ingresó al tradicional Colegio Nacional Monserrat. Cuando cursó el tercer año, un acontecimiento lo empuja a nacer de nuevo: sus padres, por razones de trabajo, regresaron a Buenos Aires. En consecuencia, se quedó solo. Hizo de mandadero en una pensión donde se hospedó (el dueño es un portero del colegio) y completó el bachillerato.

Más tarde fue soldado voluntario. Cursó la carrera de Derecho. Su vida se parecía al extraño caso del Dr. Jekill y Mr. Hyde. Desde temprano estaba en el cuartel, a la tarde realizaba protestas creativas a favor de los republicanos españoles que llegan a Córdoba escapando de la dictadura de Franco. En es tiempo, más precisamente en 1943, aparece su primer libro de poemas: Serenata.

En 1950, llega a Jujuy junto a su esposa Nélida y sus dos hijas. Tuvo dos hijas: Alcira y estela. Por mantener una coherencia intachable, en "los años de plomo" estuvo detenido a disposición del Poder Ejecutivo de la Nación, después que salió de la cárcel fue a saludar al obispo Miguel Medina que lo había visitado durante su detención, el cura al verlo exclamó: "Carajo!!!... ¿todavía estás aquí?"; Fidalgo entendió ese y otros mensajes y se fue al exilio. Más tarde -como todos sabemos- mucha sangre llegó hasta el río.

Entre 1976 y 1982 estuvo exiliado en Venezuela. Publicó los siguientes ensayos: La copla (1958); Elementos de poética (1961); Breves toponimia y vocabulario jujeños (1965); Panorama de la literatura jujeña (1975); Bibliografía de la literatura jujeña -en colaboración con Herminia Bellomo- (1990), El teatro en Jujuy (1995) y Jujuy, 1966-1983 (2001). Es autor de los siguientes libros de poesía: Serenata (1943); Toda la voz (1971); Aproximaciones a la poesía (1986); Coplas y variaciones (1989). Ha publicado, además, un volumen de historia: ¿De quién es la puna? (1988), otro de humor: ¡Sonría por favor! (1991) y un libro que recopila textos de diversos géneros: Escritos casi póstumos (2003).

Más allá de su numerosa bibliografía, él fue un poeta generoso que ayudó a ampliar el campo literario. Primero ordenó todo la literatura que existía hasta los primeros años de la década del setenta y publicó su Panorama de la literatura jujeña. Antes, junto a otros escritores generosos como él, contribuyó a publicar Poesía y prosa en Jujuy (1969). Y no se conformó, unos años después, cuando muchos creían que podría jubilarse de la literatura, Andrés y Néstor Groppa, armaron una “exposición” donde están “casi todos” los que hasta esa fecha han escrito con “cierta competencia y difusión perceptibles”. En el prólogo de ese libro titulado Poesía y prosa en Jujuy: Hasta 1993, Fidalgo afirma:

Alentados, ignorados y en algún caso, perseguidos; por las razones más diversas que oscilan entre la vanidad y esfuerzos o sacrificios encomiables; quienes quieren expresar, comunicar, conmover, cuestionar, por medio de la escritura en función estética, esperamos vean en esta publicación, cierto modo de reconocimiento y estímulo.

La declaración con que se cierra aquél prólogo es un resumen perfecto del programa de ampliación del campo literario que su autor cumplió al pie de la letra. Fidalgo, como ya dije, aumentó las dimensiones de ese campo literario pero no propuso ─no, al menos de manera explícita─ la lucha por la legitimidad cultural. Al contrario, su accionar siempre resultó generoso.

Andrés Fidalgo dejó este mundo el 20 de Julio de 2008, día provincial de los DDHH que él contribuyó a rescatar, y también día del Amigo.

Nunca lo vamos a olvidar.



Un fragmento de este texto fue publicado en El Tribuno, Salta, el 27 de julio de 2008.

Más información:

El último adiós

Un poeta que luchó por la libertad

Adiós a un hombre que hizo culto de la palabra

5 comentarios:

Alicia Márquez dijo...

Una gran pérdida.
Un abrazo para vos Reynaldo, sé que esto seguramente te ha tocado muy profundo.

Alicia.

Reynaldo Castro dijo...

Es verdad, Alicia querida, estamos doloridos (y también aliviados porque fue una agonía muy larga). Está en nosotros ahora ver cómo seguimos su huella.
Con afecto

Anónimo dijo...

Amigo:
Vaya desde acá mi abrazo, sabiendo que usted seguirá el trabajo que marcó Fidalgo.
Cuente al menos con un seguro lector a la distancia.

Anónimo dijo...

Hoy recordé el profundo y muy actual poema de Andrés Fidalgo 'Tabadesma sugar' y buscandolo en el ciberespacio encontré este blog. Y junto con los obreros jujeños va su grito: ¡Fuera! ¡No más la araña gorda de "Tabadesma"!

maria sara muguerza dijo...

Quisiera contar con las poesia de Andrés Fidalgo , especialmente Tabadesma. Gracias.
marisamuguerza@gmail.com

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