miércoles, 22 de abril de 2015

Cuestión de huevos

En los ochenta participé de una asamblea donde los docentes de la UNJu discutían si seguir con el paro más largo (que le hacían a la gestión de Alconada Aramburu, ministro de Educación de Alfonsín) o no. Decidieron levantar la lucha y mi amigo Raúl se enojó mucho; les gritó "¡Carneros!" y arrojó el vaso de su bebida al centro del aula magna. Ningún docente se sintió ofendido, porque tenían los huevos suficientes para bancarse el mal momento.

En este milenio, cuando Mario Rabey ganó el decanato de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, recibió una lluvia de huevos. El polémico decano no se inmutó. Abrió su bolso, sacó un paraguas y esperó que cesara la lluvia. No denunció a ningún estudiante, porque tenía los huevos bien puestos.


En octubre del 2009, Gerardín recibió huevazos en su saco. Llamó a la policía, hizo presentaciones en la justicia, pagó solicitadas caras e histeriqueó en los medios de comunicación. Podríamos recordar la noche que sacó chapa de trompeador de poetas y de locos, pero no. Vamos a recordar que, aquellas tarde en el Consejo Profesional de Ciencia Económica, él tenía los huevos de moño.

domingo, 19 de abril de 2015

THE GODFATHER

GENTE SIN SWING. El hombre agarra un charango y finge producir algún sonido musical. Está con estudiantes: dos niñas ríen, el resto mira con asombro, la que agarra la pandereta parece buscar, entre el público, que alguien brinde una explicación a ese acto inesperado.
http://www.eltribuno.info/renovo-compromiso-n535907
El hombre, dice la noticia, remarcó la importancia de la docencia y de los padres en la educación. Lo hizo en un recorrido por escuelas rurales de Jujuy. En la escuela de frontera N° 3 de Oratorio dijo: “Ustedes hacen Patria”. Lo hizo, en su función de padrino de la escuela y llevó regalos, aunque no precisa si fueron caramelos, libros o netbooks.
El padrino, como sabemos, es una persona que asiste a otra persona para sostener sus derechos en diversos actos. En nuestra región, el padrino es alguien solidario que apoya, alienta y sostiene a sus ahijados; sobre todo cuando hay ausencia de padres.

NO HAY NADA MÁS LINDO QUE LA FAMILIA UNIDA. Ése era el lema de la familia Campanelli, un clásico de la televisión en blanco y negro que nos llegaba desde Buenos Aires. Otra familia, más difundida porque venía de los estudios de Hollywood, también exigía una profunda moral familiera; ese film es recordado por sus hectolitros de sangre, la cabeza de un caballo muerto en una cama y por la principal preocupación principal de Michael Corleone: ordenar los asuntos familiares. Ya sabemos: en la mafia, familia y Familia son la misma cosa.
Los jefes de familia, en Jujuy, también tienden a emprolijar la vida de sus integrantes. Les consiguen trabajos en el Estado o en las empresas que están fuertemente ligadas a la gestión gubernamental. Para que los lazos de sangre sean respetados, arman otros lazos y así surgen grupos como “Los colombianos”, “La medianera”, “Los contadores” y también liderazgos que tienen sus nombres de guerra: el Ruso, el Amarillo, el Bocha, el Pardo o, en algún caso, alcanza con el nombre de pila como cuando nos referimos al Papa (¿hace falta recordar que la Iglesia le pide a la familia Corleone que ingrese en el banco del Vaticano?).

SÍMBOLOS. Hay algo que es inobjetable en la expresión del vicegobernador: la importancia de la educación pública. Esta importancia va más allá de los reclamos salariales (hay gremios que sólo se movilizan por un pedido de aumento de sueldo, pero nunca fundamentan sus demandas, como sí lo hacía Avelino Bazán). Es, por medio de la historia, que aprendemos el significado de nepotismo. Gracias a la regla de tres simples sabemos cuántos días puede gastar en sana alimentación un funcionario y un obrero municipal, por dar un ejemplo.
El lenguaje nos permite ver la credibilidad que tienen los discursos; cuando un padrino afirma: "Vengo a visitar a mis ahijados y ahijadas como prometí en su momento no lo hago con las manos vacías y espero sinceramente poder repetir esta visita en breve", su enunciado es, por lo menos, dudoso. Afirma que cumple una promesa: la visita; que llega con “algo” en las manos, pero no define qué es lo que lleva, para qué sirve, quién compró, quién pagó.

¿Por qué sería bueno que nuestros funcionarios precisen sus actos? Fundamentalmente para lograr transparencia en la gestión pública; para erradicar los liderazgos excluyentes, personalistas y autoritarios; para que si defienden la educación pública, ellos y sus hijos se eduquen en universidades públicas. Y para que nada quede en la nebulosa, como esos crímenes no aclarados de una Familia poderosa que llegó al poder.


http://www.eltribuno.info/renovo-compromiso-n535907

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