martes, 8 de marzo de 2016

Confirmado: Haquim no sirve ni para contar chistes

Textual de la página oficial de la legislatura de Xuxuy:

"Seguidamente, el titular de la Legislatura [Carlos Haquim] puso de relieve el papel de la mujer en la política, indicando que le da mayor sensibilidad a una actividad que tiene como objetivo el bien común. En tono de broma, al graficar el mayor protagonismo que va teniendo la mujer en la política y en todos los ámbitos de la sociedad, señaló que los hombres ya deberían impulsar una ‘ley de cupo’ a fin de ocupar el mismo espacio que ellas van ganando por la amplia actividad que cumplen".

Leyeron bien: el vicegobernador habla en tono de broma sobre algo que evidentemente no sabe. Basta con mirar la nómina de funcionarios que designó Gerardín para darse cuenta el papel secundario que tienen las mujeres en su gobierno.

Si Haquim cree que es un buen bromista, algún asesor debería decirle que sólo puede aspirar a ser un cómico intrascendente. También deberían decirle que es mejor que un funcionario no abra la boca cuando no tiene ni la más fucking idea de lo que se habla. Ya lo dijo Groucho Marx, es mejor estar callado y parecer tonto que hablar y despejar las dudas definitivamente.



http://www.legislaturajujuy.gov.ar/img/fotografias/0-75063500-1457454228-mujer1.jpg

Botonazos


Que la policía detenga adolescentes y los lleve esposados como si fuesen peligrosos asesinos ya no nos sorprende en Xuxuy. La tradición represiva está tan instalada que nos llevará años desterrar los huevos de serpiente que dejaron Ernesto Jaig, Damián Vilte, Carlos Carrizo Salvadores et al, en la institución policial.

Lo mismo podríamos decir del ex intendente InFélix Pérez que calificaba a los jóvenes de su pueblo como "semilla de maldad" y ordenaba un operativo desmesurado para reprimir y encima se ufanaba de ese gesto en un comunicado que quedará para la antología de la incapacidad de generar políticas públicas para el accionar juvenil. Hoy, en el gobierno provincial, este político ostenta el cargo de secretario coordinador de Agencias de Desarrollo. ¿No será mucho, Gerardín?

Lo que sí no deja de sorprendernos es la disposición de un medio de comunicación para reproducir un informe policíaco que trata de inadaptados a jóvenes que generan espumas en una fuente pública, ¿alguien puede explicar qué delito cometen?

El periodismo, escribió un fulano que pasó por estas tierras casi sin repercusión mediática, "es difundir aquello que alguien no quiere se sepa, el resto es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos". Este informe narra que cinco “masculinos” están “con actitud sospechosa”, pero no informa en qué consiste esa sospecha, eso no importa; sí nos dice que son menores de edad, nos habla de la adolescencia y la rebeldía y, finalmente, sentencia que el problema es del entorno familiar. En definitiva, el medio nos cuenta que los amigos son los polis; sus periodistas, lamentablemente, asumen funciones de propagandistas y muestran lo que el poder policial quiere mostrar.

Un día, alguien analizará la credibilidad de los medios, el chequeo permanente de fuentes que hacen (o no) y también la manera en que responden a los intereses del poder. Estudiará la relación que existe entre los periodistas y el poder policial porque los que cometen abusos de autoridad necesitan de medios que justifiquen su accionar desmedido, injusto y arbitrario. Cuando alguien critique de manera documental y de la forma más equitativa posible esta relación, varias tradiciones represivas empezarán a evaporarse como pompas de jabón.


http://www.jujuyalmomento.com/post/47241/asi-atraparon-a-los-locos-de-la-espuma-.html

¿Y si dios fuese mujer?

Isabel Sarli
Dentro de unas horas, los avisos sobre la importancia de las mujeres nos inundarán. Las altas autoridades lanzarán sus “creativos” avisos, repartirán flores y chocolates para sus colaboradoras. Porque, claro, las mujeres tienen que colaborar, ser sumisas y mejor si tienen la piel clara. Es más, no sólo tienen que ser mujeres, también deben parecer mujeres colaboradoras, sumisas y blancas.

No se les debe ocurrir dirigir una organización, ni fundar un partido político ni mucho menos –¡la virgen del Pilar no lo permita!– ser dirigentes de primera línea que buscan disputar el poder real que casi siempre es económico, religioso y político.

Desde el vamos se nos enseña que el dios todopoderoso es padre; es decir, hombre. Y no sólo eso, es padre, es hijo y es espíritu santo. Nunca madre, nunca hija ni mucho menos un alma santa. El dios trino y uno siempre es masculino. Pero, ¿qué pasaría si dios fuese mujer? ¿Y si dios moviese sus pechos dulcemente como las enfermeras locas que describió en un memorable poema Juan Gelman? El mismo poeta nos da la respuesta: la mujer que postule un dios que sea mujer termina en la hoguera. Por gritar que dios tiene tetas, en el poema; en la cárcel, por atreverse a disputar el poder al conservadurismo, en nuestra sociedad.

Ahora bien, ¿no nos enseñaron nuestros antecesores que la madre tierra es la pachamama? ¿No sabemos que nuestra deidad es femenina? Sí lo sabemos, por eso, la honramos en un patio de tierra, ofrendamos los bienes que queremos recibir y sabemos de su fertilidad que, dicho sea de paso, está en las antípodas de la infecundidad de las vírgenes. (Algunos políticos hacen un acting, se arrodillan sobre una alfombra mullida y hasta tratan de poner caras de collas, pero son tan falsos como Macri, Massa y Morales festejando el carnaval con un ballet contratado.)

Recién escribí tres apellidos que corresponden a la santísima trinidad que nos gobierna: todos hombres. Sí, soy un malpensado. No debería pensar a un dios como una enfermera que mueve sus pechos dulcemente en un albergue transitorio. Por eso, abandono la lectura del poema de Gelman y visito el sitio del gobierno de la Jujuy.

Hago click donde dice “autoridades”: el gobernador es un hombre, lo mismo que el fiscal y el secretario general de la gobernación (el último, además, tiene el mismo apellido que el gobernador, causalmente), tres a cero hasta aquí. Ahora veo quienes están al frente de los ministerios: ocho hombres (en Salud, Gobierno, Hacienda y finanzas, Producción y desarrollo económico, Infraestructura, tierra y vivienda, Trabajo, Cultura y turismo y Seguridad) y tres mujeres (Desarrollo Humano, Educación y Ambiente). En total, nuestros altos funcionarios en el Ejecutivo provincial son once varones y tres mujeres. Una diferencia notable, ¿no?

¿Qué pasaría si un día el poder religioso convierte en santa a Visitación Sibila, más conocida por nosotros como la “Almita” Sibila, quien fue asesinada en 1908, por un criminal que tenía antecedentes y después fue juzgado y condenado? ¿Qué pasaría si el poder político actual buscara antecedentes, juzgara y, recién después de juzgar, encerraría en la cárcel a los culpables que vaciaron el Banco de Acción Social, por dar un ejemplo, entre los que está denunciado un hombre que tiene el mismo apellido que el vicegobernador que también es hombre, dicho sea de paso? ¿Qué pasaría si se juzgara a los empresarios que colaboraron abiertamente con la última dictadura? ¿Qué pasaría si dejásemos de condenar a las mujeres que no son sumisas, ni obedientes y encima son negras? ¿Y qué pasaría si dios fuese mujer?


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