lunes, 6 de noviembre de 2006

Somos mucho más que unas caras bonitas

¿Por qué escribe un autor? Esta pregunta, no por repetida, deja de sorprendernos. En los links que están figuran en la izquierda podrán saber qué opinan escritores y poetas de Jujuy. Y también podrán ver que son mucho más que una caras bonitas.

Si te interesa sabe más sobre el campo literario jujeño, podés hacer click aquí.

domingo, 5 de noviembre de 2006

Jorge Accame


"Escribo para mí, para intentar la belleza, para conmover. Para encontrarme con alguien. No pienso en un lector ideal, creo que la literatura es, sobre todo, libertad."




Escritor 4x4, 2006.

Ernesto Aguirre


Lector agazapado. San Salvador de Jujuy, 2004.




"¿Es necesario escribir para alguien? (Perdón por la pregunta en mi respuesta). Pregunto esto porque creo que uno de los vértigos de la poesía es, justamente, ignorar el destino de lo escrito. Generalmente sucede que las respuestas, buenas o malas sobre lo propuesto en un poema, se originan en lectores que jamás sospecharíamos. Esto me fascina. Escribí poemas pensando en determinada lectora que fueron debidamente dedicados y entregados en dormitorio. Los resultados jamás alcanzaron el nivel de mis pretensiones."

Alberto Alabí



"Escribo para el ojo del fantasma. Es un ojo que se va construyendo conforme uno empieza a escribir, quizá algún día aparezca, quizá nunca; mejor si no se muestra porque la escritura continuará. "








Turco en la narrativa, 2003.

Elena Bossi



"En una primera etapa de trabajo escribo para tratar de satisfacerme como lectora. Mi lector ideal soy yo misma. Una vez que llego a un cierto punto de corrección busco a otros lectores que puedan ver lo que se me escapa."
De frente, 2006.

Alejandro Carrizo



Poeta mateísta, 1991.
"Escribir es como cebar mate: uno prepara todo para uno, pero siempre está dispuesto para quien quiera llegar de improviso y compartirlo. Mi “matista” ideal es aquel que chupa de la misma bombilla sin demasiados prolegómenos y se dispone a quedarse horas charlando. Dicen que un texto lleva otro texto, infinitamente."

Maximiliano Chedrese

Una voz ampliada. Buenos Aires, 2006


"Un lector-apostador compulsivo que no teme perderlo todo con tal de disfrutar del juego. Un lector que está harto de la poesía melosa y dormilona, y busca un cachetazo que lo despabile. Un lector apunado de tanto discurso sobre Coquena, llamas y cerro de siete colores. A ese lector le dedico mis páginas, como una boconada de aire fresco."




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Marcelo Constant

Fondo blanco, 2006.

"Creo que no escribo para nadie. Pero tal vez quiera transmitir la misma sensación de felicidad que me han causado muchísimas obras que he leído. Tal vez la causa sea por considerar a la realidad como algo incompleto. Escribimos, como pequeños dioses solitarios, intentando transformarla."



Ricardo Dubin

Una sombra para las ideas. Tilcara, 2006.

"Sufro de cierta esquizofrenia al respecto. Hay días en que lo hago para quienes siguieron tantas y tan caóticas lecturas como las que yo tuve en los últimos días; otras para los autores de los libros que he leído, los más de los cuales ya están muerto hace rato (pero uno se consuela con la creencia en un cierto diálogo en el limbo de los clásicos); algunas veces lo hago con la clara intención de emocionar a un vecino o de ruborizar a una vecina (es lo que más me gusta porque la devolución suele ser una mirada de picardía impagable y superior al texto que la originó). Depende del día y de mi estado de ánimo. Creo que en el fondo el lector ideal no dejo de ser yo mismo, con la aclaración patológica hecha en la primera oración."

Fernanda Escudero

Con las manos en las palabras, 2006.

"Principalmente escribo para mí, me leo a mí misma y descubro que el lector ideal que proponen mis poemas no tienen una edad definida pero sí una perspectiva ante la vida, tal vez de denuncia y reproche, a la vida misma. Las reflexiones pre y post escritura circulan por los caminos que, creo, todos hemos recorrido en cualquier instancia de la vida, en situaciones límite, en momentos donde la cordura y el traspaso a otros mundos es posible a partir de la palabra."








Miguel Espejo

Con la palabra en la boca, 2006.


"Es difícil, en el momento mismo de escribir, imaginar al mismo tiempo al destinatario de ese hecho circunstancialmente íntimo. Cuando se escribe una carta, un libelo, un artículo periodístico, se tiene la posibilidad de construir una imagen adecuada, en el primer caso, y aproximada en los dos restantes, del lector que se tiene al frente, ya que estos géneros permiten la posibilidad de tener una idea asertiva de un lector de carne y hueso, sobre todo en el género epistolar, y un público determinado en los otros dos. Por ejemplo, un periodista avezado nunca cometerá el error de escribir, en los mismos términos, un artículo que está destinado a aparecer en un diario de élites o que aquel otro dirigido a los sectores bajos de una sociedad. Por el contrario, la creación literaria exige un lector indeterminado, neutro, que no tiene la menor posibilidad de poseer un rostro identificable, por la sencilla razón que el lenguaje pierde su peso instrumental y se desliza a un plano estético. El poema amoroso, por más directo y referencial que sea, por más vinculado que esté a una persona determinada, lo mismo estará hecho, como hubiese dicho Mallarmé, de palabras y no de sentimientos. El cuento o la novela también trabajan prescindiendo de la idea de un lector concreto. De acuerdo a mi propia experiencia, varios de mis relatos están escritos en segunda persona, algunos remedando una carta, y en ningún caso se me ocurrió que debía imaginarme un interlocutor preciso para que el cuento ganara en eficacia. Justamente, la invención de los personajes, que en lengua inglesa se llaman “caracteres”, lleva implícito el desafío de volverlos creíbles en el terreno de la ficción, donde cualquier lector, culto o no, está dispuesto a participar del pacto que ésta implica."

Ildiko Nassr

Mirada de soslayo. San Salvador de Jujuy, 2001.
"Escribo con la inconfesable intención de que me lea el mundo y me ame. Pero eso no se dice, es más atractivo un escritor oscuro, pasivo y encerrado en su biblioteca. Muchas veces soy oscura, pasiva y adoro encerrarme en mi biblioteca con mis libros, amados libros míos (de mi propiedad, se entiende). Dicho lo cual, debo confesar que las miles de mujeres que me habitan tienen opiniones encontradas acerca de lo que le pasa a la escritora. Dudan. A veces sólo escriben para ellas. Y otras quieren el reconocimiento público y mundial. Para eso publicamos, creo. Siempre, sin embargo, es más placentero el trabajo solitario de la escritora entre sus libros, la computadora, las palabras, la imaginación, la mirada, la memoria: los recursos que todo escritor tiene a mano."

Ángel Negro


"En principio, escribir fue una tabla de salvación de mí mismo, palabras a la deriva en la soledad del solo."




Poeta en los márgenes. Palpalá, 1994.

Mariano Ortiz


Toda la voz, 2006.


"No sé si podría decir que escribo para alguien en particular, cada una de mis producciones están orientadas de maneras diferentes. Lo que fue escrito en una época de mi vida, respondía a necesidades e inquietudes de esa época.
Sinceramente nunca me puse a definir un tipo de lector para mis escritos. Quizás mis amigos sean los que de alguna manera están siendo idealizados al momento de producir.
Hasta el momento de responder esta encuesta, nunca se me había ocurrido pensar un lector ideal, creo que tendría que ser uno que se arriesgue a jugar con la polisemia y que no tenga miedo de desacralizar a la literatura."

Susana Quiroga

"Uno escribe primero para uno mismo, por eso decimos que el primer lector es el propio escritor. Y a medida que leemos el texto vamos construyendo al lector ideal, es decir, aquel que comparte las inquietudes estéticas y características de la obra literaria que poseemos y que tienen que ver con la formación y compromiso por la palabra."

Una sonrisa de treinta y dos dientes, 2006.

Fortunato Ramos


"Escribo para todo público equilibrado, con deseos de una cultura general. Especialmente escribo para la niñez y juventud."
El escritor tradicionalista. Humahuaca, 2002.

Calderón, Homs, Killcana, Tregini y Undiano

"Creo que escribo principalmente para mí. Tengo algún grado de indiferencia por los lectores en ese primer estadio. Luego, cuando advierto el irremisible trabajo al que se encaminaría una obra solipista y autorreferencial, intento sociabilizarla un poco pensando en un lector que prefiera los textos abiertos e imprecisos y puede pasar con facilidad de humor a la estética pura. Sin embargo, pese a ello, mi obra fracasa lo mismo."
Maximiliano Rafael Calderón
"Espero que mi lector sienta gusto por la narrativa, que lea con imaginación como para situarse en un mundo ficticio, pero posible en algún punto de la realidad o de la fantasía. Espero que tenga sentido del humor, que aprecie la ironía. Me gustará que fuera exigente –o intolerante, si quiere– en aspectos como la coherencia interna del relato, la verosimilitud, el buen uso de la lengua, la construcción de los personajes. Que lea no solo para entretenerse, sino con algún sentido crítico."
corte
Mita Homs
corte
"Escribo para todo y todos. Lector ideal: alto fornido, protector. Alta, 95-60-90."
Marta Killcana
"Escribo principalmente como una necesidad permanente de mi espíritu; imagino que quien me lea podrá ampliar sus conocimientos y sobre todo sus sentimientos."
Dora Blanca Tregini
"Creo que no escribo para alguien en particular, sí escribo para alguien pero siempre es alguien movedizo, nunca es el mismo alguien ni siquiera escribiendo una misma cosa. Y mi lector ideal es aquel que lee algo completo de un tirón, se me ocurre que lo leyó así porque no lo pudo soltar y le encantó lo que leía. Por lo menos es lo que me pasa a mí como lectora."
Mónica Undiano

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