
Fue un poeta de verdad, un maestro de editores y, fundamentalmente, un amigo.
Estuvo pocas veces por Jujuy. Esas visitas fueron suficiente para apuntalar acciones poéticas y políticas. Vio como arrancó Tarja, editó gran parte de la obra de Andrés Fidalgo y también tres libros referidos a las memorias de la represión dictatorial en Jujuy.
En la fotografía, es el primero de la izquierda, el que mira al público que asiste a la presentación de uno de los libros que él editó. Lo acompañamos Pablo Baca, Inés Peña y yo. Más arriba, fotos de detenidos-desaparecidos de Jujuy.
Así fue su vida, un nexo entre los lectores, los escritores, la poesía, la memoria y la política.
Un histórico.
+ INFO:
Un asado en la biblioteca
Final para el editor de la entrega y pasión absoluta
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