martes, 3 de julio de 2007

Dicen que soy aburrido

Si uno tuviera que asociar un color con las palabras que utilizan los políticos de Jujuy, ese color debería ser el gris de los hospitales. Casi todos los funcionarios públicos se expresan con una medianía que se parece a una expresión enferma. Fulano es del partido; con mengano se puede; gestión pepito; zutana diputada; XY se la banca, el suertudo al gobierno, el patrón al poder: he aquí un listado incompleto de la poética de la mediocridad jujeña.

Todo lo anterior sirve para contextualizar la sorpresa que cualquier lector siente cuando lee las expresiones del senador Guillermo Jenefes que aparecieron en la edición impresa de ServiPren del 29 de junio del corriente. La entrevista fue realizada por Rosario Agostini, quien muy hábilmente logró que el político citado salga de la monotonía expresiva de la clase política.

La parte más colorida es cuando el senador (y empresario) le contesta a la senadora (que tuvo sus primeros minutos de fama en el canal de adivinen quién) Liliana Fellner. Ella había afirmado, según su actual compañero de bancada y otorgador de espacio televisivo, que no se precisa ser dueño de un medio para dedicarse a la política.

Jenefes afirma que es político porque se ha ganado su lugar, aunque no precisa cómo fue la construcción de ese espacio. Digo esto porque no sabemos, por ejemplo, cuándo perdió el pelo: si ocurrió en su militancia en la juventud peronista o en alguna de las luchas sindicales o en la clandestinidad contra la dictadura. Tampoco sabemos cómo fue su inserción en la opinión pública de manera tal que el pueblo (¿se acuerdan de esta palabrita?) decidiera darle su apoyo. Aval que, sin dudas, lo tiene.

En los dos últimos párrafos de la entrevista, Jenefes demuestra que las palabras críticas de Liliana Fellner le llegaron a la másmédula del corazón y, en consecuencia, pega duro. Expresa que el espacio que él ganó es similar al que también se ha ganado “Liliana, que es Fellner”. Repite cuatro veces la fórmula que incluye el nombre de pila de la senadora o alguna referencia (“ella, senadora”) seguido del apellido magnánimo de esta provincia.

Según el entrevistado, la senadora “ha sido una luchadora de la cultura” y que el lugar donde luchaba era un espacio que él le había cedido. Allí nació su “pasión por la cultura y sus aportes a la provincia”.

El poder, lo sabemos, se puede ejercer de muchas maneras. Quizás, la más común sea por medio de la dominación; es decir, cuando alguien tiene la dependencia de otros. Es evidente que la mayoría de los políticos que supimos conseguir ignoran otras formas de poder como aquellas que brindan autonomía para que todos estemos mejor. Para no dar tantas vueltas: existe el poder de dominación y existe –aunque lo veamos poco– el poder del servicio. Éste último significa garantizar los recursos para que todos ganemos en autonomía y cambiemos la injusta realidad en la que vivimos.

Releo lo que escribí y me doy cuenta que soy tremendamente aburrido. Que no puedo ni siquiera aproximarme a la atractiva nota de Agostini, a quien envidio por su capacidad para descubrir oro en medio del barro. Y, debo reconocerlo, envidio muchísimo más a nuestros senadores no por el lugar que bien se ganaron, pero sí por su militancia incuestionable y por el lugar que tienen en la historia de la cultura de Jujuy.

Esta nota se publicará en La Revista, nº 34, San Salvador de Jujuy, julio de 2007.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

GRANDE VIEJO...

HACELE BOSTA A ESTOS mierdas y sanganos DE LA POLITICA.
SOMOS MUCHOS LO QUE ESTAMOS CONTIGO..
GRACIAS....CARLOS

Anónimo dijo...

GORDO....

ME ENCANTO TUS PALABRAS, SIEMPRE PUNTUALES. Quisiera chatear con vos, manda tu contacto...

Chau...Josito

Anónimo dijo...

PROFE...:

Me encanta , me encanta, me encata... leer tus comentarios, siempre apropiados , tengo unos " datos " para vosss. buscame...estoy en el ultimo asiento del curso.

CHAU..., nos vemos:

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