martes, 30 de diciembre de 2008

Un año intenso

Se va este año que fue muy intenso por distintos motivos.


Las muertes de Andrés Fidalgo y José Luis Mangieri son hechos que todavía duelen. Los dos marcaron un camino que nadie puede dejar de ver. Libros, una corriente clara de pensamiento y una lucha intachable en defensa de la libertad: he aquí tres características de ellos que todos –o casi todos– quisiéramos tener.


Mirar lo que Andrés y José Luis han hecho nos obliga a mirar lo poco que hace cada uno. Me comparo con ellos y sé que soy un enano intelectual. Pero sé, además, que mi camino está marcado por algunas señales que dejaron. No sé hasta dónde llegaré y no me importa.


Dije que fue un año intenso. Conocí poetas que nunca había pensado conocer, hablé con otros que recién están empezando. Me hice amigo de unos y me peleé con otros. Como sea, no creo en peleas eternas ni tengo recetas para la felicidad, como dice una letra de Jorge Drexler. Tengo, eso sí, algunas fotografías de amigos que están en mi pared de maestros y eso me basta.


Escribo este blog que se pierde en este fin de año y, de alguna manera, eso me permite repasar marcas que tengo en la memoria.


Rememorar y escribir: dos cosas que hacen que la vida sea intensa. Y una tercera: saber que, cada tanto, alguien lee estas líneas me permite tener de ganas de brindar. A todos los que siguen El norte del sur, entonces: ¡salud!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Reynaldo, te escribo por otro tema de la nota esta aunque relacionado. Estoy trabajando en una investigación sobre el Che en Bolivia, y ví que Gustavo Ostria te cita para una información de Stamponi cuando fue preso en el norte. A donde te puedo escribir con mis preguntas?
Gracias y saludos,
Diego

Reynaldo Castro dijo...

Hola Diego: mandame un mail a recastro@unju.edu.ar (te volverá rebotado y te pedirá que lo reenvíes sin tocar nada y por fin podré leer el mensaje, gracias informáticos de la UNJu).
Un abrazo.

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